martes, 24 de mayo de 2011

Y llegó el día

Ya pasó el gran día y con él pasaron los nervios, las alegrías y las emociones de ese momento.

Fue un día que viví con intensidad y fue increíble. No os penséis que fue un gran día porque todo saliera redondo, que va, hubo momentos de mala suerte, mucha de hecho. Y precisamente eso es lo que lo hizo un día especial. Porque, bajo mi punto de vista, para tener un día increíblemente bueno, tiene que tener pequeños baches para que, así, el desenlace sea aun mejor.

Antes de empezar a detallar el día, tengo que decir que será un poco más visual que el resto, pues vale más una imagen que mil palabras jiji. Vamos al tema.

El jueves ya empezaba a notar los nervios y más cuando Alex me hablaba sobre el día y yo le contaba los cambios que habíamos tenido durante la semana...

Esa misma noche, me esperaban sorpresas, regalos de graduación. Ya había tenido uno, unos pendientes preciosos de Tous, que me regalaron los padres de Alex. El caso es que, Alex me hizo subir a la habitación, y me hizo permanecer con los ojos cerrados mientras él iba a por las sorpresas. Diez largos minutos me tuvo esperando ¬¬. Ya pensaba que se había olvidado que yo estaba arriba con los ojos cerrados. Por fin subió y me dio el primer regalo para que lo tocara y adivinara sin verlo. No tardé en averiguar de que se trataba. En esos mismos instantes pensé “ Patricia, eres un poco bocazas, la próxima vez ¡guardatelo para ti!”. Queréis saber que era ¿verdad? Pues aquí lo tenéis.

Sí, con eso me encontré. Sólo se me ocurre a mi pedir el boti boti de Bob Esponja después de ver el anuncio de Cola-cao sabiendo el novio tan gracioso que tengo.
 
El segundo regalo que abrí, ya con los ojos abiertos, fue un regalo hecho por la gente de Aprosuba, dónde trabaja la madre de Alex. Este regalo es una pieza única, ya que es hecha a mano. Este es el regalo...

Una muñequita vestida de graduada y hecha de cerámica. No se aprecia bien, pero en el pergamino pone “Patricia, maestra de inglés”


Y el último regalo que recibí, y no por ello el menos importante fue este...



 
Sí, eso que veis es un colgante de oro blanco. Ese fue el regalo de graduación de Alex. No daba crédito a lo que veían mis ojos. Me quedé totalmente alucinada y sin saber que decir.

Y bueno, el Sábado a las 9 de la mañana estaba ya despierta, y la graduación no era hasta las 12. Pensaréis que a las 9 no es tan temprano, os equivocáis, porque yo empiezo a ser persona a las 12 de la mañana jeje, pero ese día los nervios me podían.A las 10 empecé a arreglarme, me puse mi vestidito, me peiné y me maquillé.

Cuando llegué a la facultad, no sabía que hacer, no sabía a donde ir ni a quien hablar. Estaba tan nerviosa que estaba bloqueadísima.

Y empezó la ceremonia. Todo fue tan emocionante...El discurso de nuestra madrina, la imposición de las becas, el discurso de nuestra delegada, que a más de uno nos hizo llorar de la emoción. Y el momento más bonito de la graduación, para mi, fue, sin duda, el momento en el que subimos a darle el regalo de agradecimiento a nuestra delegada. Era nuestra forma de decirle GRACIAS por todo lo que ha hecho por nosotros en estos dos últimos años y que no le hemos agradecido personalmente. Después de esto la ceremonia terminó y cada uno se hizo sus respectivas fotos.

¡Aquí me acababa de graduar!
Este fue mi momento más bonito, el abrazar a la delegada al entregarle el regalo que le hicimos sus compañeros

Este fue el regalo. Un collage de todos nosotros para que nos recuerde siempre. Se lo hicimos en forma de puzle.
Estamos en el momento fotos....mirando a todos los flashes que nos apuntaban.


A la hora de comer empezó la parte mala del día. Mi vestido se manchó. Me lo estuvieron lavando aunque no me garantizaron que se fuera a quitar la mancha. Me dijeron que lo dejara tendido que para las 9, hora a la que habíamos quedado para la cena, ya estaría seco. A Alex y a mi se nos ocurrió visitar las tiendas para ver si podía encontrar otro vestido, por si el otro no se secaba o seguía manchado. No había ninguno que me gustara, eran todos muy...florales y ese no es mi estilo. Me fui a casa con tristeza.

A medida que pasaban las horas y se acercaba el momento de volver a vestirnos, fui a ver el vestido pensando que estaría medio seco ¡NO!, aun estaba empapado, no se había secado casi nada. La tristeza que ya sentía antes se fue convirtiendo en frustración. La única solución que se nos ocurrió fue ponerlo en la estufa con todas las resistencias para que se secara lo más rápido posible. Las horas pasaban y la cosa mejoraba pero a pasos de hormigas, el tiempo no jugaba a mi favor. Ni el tiempo ni la suerte. Además de lo del vestido, mis medias se rompieron y NO TENÍA MÁS! Suerte que tengo un novio adorable y se ofreció para ir a comprarme unas.

Eran las 10 y media cuando pudimos salir de casa. Cogimos el coche y fuimos a buscar al hermano de Alex

En el camino, Alex y yo pensábamos que ya irían por los postres cuando llegásemos. Suerte que aun no habían entrado al salón y que llegamos justo a tiempo.

A raíz de ahí empezó el final feliz de mi gran día. La comida no fue muy buena, pero había un ambiente muy agradable y la gente tenía muchísimas ganas de pasarlo bien. Y así fue.

Alex y yo en la cena


Y finalizo este post dándole las gracias a todos los que hicieron que ese día fuera tan bueno, y a los que no pudieron ir, que aunque no estaban de cuerpo presente, se que me mandaban sus mejores deseos.

Gracias.






viernes, 20 de mayo de 2011

21 de Mayo de 2011

Estoy contenta, estoy nerviosa, estoy emocionada....

Mañana será un día muy especial para mi. Mañana voy a vivir un gran día.

Mañana me graduo...

Jamás voy a olvidar el 21 de Mayo de 2011.